Los barrios más pobres de Nairobi necesitan un cambio radical para poder salir de la pobreza. Muchos jóvenes del slum llegan a la adolescencia sin ningún tipo de educación.

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Esta situación provoca conflictos, delincuencia y dificulta el desarrollo del país. Además, las familias no tienen interés por el futuro laboral de sus hijos, y muchos niños no pueden acceder a la escuela por su situación económica. La educación en los slums carece de escuelas de calidad, profesorado formado y recursos para que las familias puedan apostar por la educación de sus hijos.

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Por otro lado, nuestro sistema educativo actual no es capaz de crear una sensibilización real sobre los grandes problemas sociales existentes en el mundo. Vemos la necesidad de fomar a worldshakers, es decir, personas capaces de emprender proyectos sociales que mejoren significativamente las condiciones de vida de los que más lo necesitan.

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Pensamos que este proyecto puede ayudar a sensibilizar a los jóvenes. Queremos dotar a nuestro sistema educativo de herramientas y competencias para que estudiantes de bachillerato puedan emprender proyectos de impacto real en la educación de sociedades más necesitadas.